Cuando hablamos de problemas con el juego y juego patológico, nos referimos a una conducta de juego desadaptativa y
persistente, que puede conllevar:
Preocupación por el juego, es decir, preocuparse por revivir de nuevo las experiencias pasadas de juego, planificar las siguientes aventuras o pensar en el modo de obtener dinero para jugar.
Necesidad de jugar con mayor cantidad de dinero cada vez para obtener el mismo nivel de activación.
Inquietud o irritabilidad si no se puede jugar.
El juego se emplea para escapar de otros problemas.
“Cazar” las propias pérdidas, es decir, el jugador vuelve a jugar para intentar recuperar el dinero que ha perdido.
Mentir a personas importantes para él ocultando el grado de implicación en el juego.
Arriesgar o perder partes importantes de su estilo de vida (familia, amigos, trabajos), como una consecuencia directa de la conducta de juego.
¿Tienes un problema con el juego?
Empezar por cuestionarte si te encuentras en situaciones similares a las arriba enumeradas, puede que te ayude a valorar si tiene problemas con el juego, lo cual es un gran paso para empezar a actuar y poner remedio a la situación.