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¿Qué hacer cuando te sientes deprimido?

¿Debería detenerme a pensar qué es lo que está mal o debería olvidarme de ello para seguir mi vida de la forma más normal posible?

Sugiere la perspectiva ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso), empleada en psicólogo barcelona, en línea con los resultados de las investigaciones científicas llevadas a cabo, que puede ser oportuno volver a pensar los problemas o lo que se considera que está mal en la vida de uno haciéndolo desde una perspectiva particular, en vez de volver a vivir la experiencia una y otra vez de la misma manera o tratar de olvidarla o luchar contra ella.

Tendemos a pensar que para superar las emociones o los estados emocionales es oportuno enfrentarnos a ellas, pero la manera en que lo hacemos a menudo resulta contraproducente, dado que termina por fortalecer o reforzarlos, es decir, incrementar la probabilidad de que se den estos estados de ánimo negativos más veces en el futuro.

Señala la investigación realizada en la Universidad de Michigan a cargo del psicólogo Ethan Kross, que la solución no parece estar en la negación de los sentimientos o emociones negativas, así como tampoco lo está en la distracción. Resulta que la solución óptima para gestionar estos estados es el examinar los sentimientos propios desde una perspectiva particular, que en ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso) llamamos Yo Contexto. Kross junto a Ozlem Ayduck de la universidad de California, llevaron a cabo una serie de estudios en los que se evidenciaba experimentalmente los beneficios de tomar este tipo de perspectiva. Según Kros: “revivir nuestro errores una y otra vez, y con ello reexperimentándo las mismas emociones negativas que  sentimos la primera vez, tiende a mantenernos atrapados en esa negativididad”.

En su estudio publicado en 2008 se inducía a 114 personas mediante un ejercicio de imaginación guiada a recordar una experiencia que les producía depresión o tristeza.

Se dividieron al azar estas personas en dos grupos. A un grupo, que llamaremos “Análisis inmerso”,  se le propuso una fecha y hora para regresar al lugar del experimento y revivir la experiencia de tristeza o depresión otra vez, como si les estuviera pasando en ese mismo momento, y entonces, debían tratar de entender las emociones que sintieron, de la misma forma que debían analizar las causas subyacentes de aquellas emociones.

Al otro grupo de participantes, que llamaremos “Análisis Distanciado”, se le propuso, al igual que a los anteriores, una fecha y hora para regresar al lugar del experimento y revivir la experiencia de tristeza o depresión,pero esta vez no lo debían hacer de la misma manera, sino que imaginando dar unos pasos hacia atrás, alejándose de la experiencia, y viendo la experiencia en tercera persona, como si les estuviera pasando a ellos mismos pero en la distancia, y entonces, tratar de entender lo que sentían y las razones de las emociones.

Inmediatamente después del ejercicio los sujetos del grupo “Análisis Distanciado” reportaron menores niveles de ansiedad, depresión y tristeza en comparación con los sujetos del grupo “Análisis inmerso”.

Una semana más tarde se interrogó de nuevo a los participantes de ambos grupos y los resultados seguían consistentes, es decir, los del grupos“Análisis inmerso” seguían con niveles más bajos de ansiedad, depresión y tristeza.

En un estudio relacionado llevado a cabo por los mismos investigadores, se mostró que las personas que habían adoptado un análisis distanciado al pensar en sus problemas relacionados con la ira, mostraban un menor presión arterial.

Este estudio es consistente con los estudios llevados a cabo por Dr. Steven Hayes. Quien afirma que la Terapia Cognitiva Tradicional puede no ser la mejor intervención. Hayes, junto a otros investigadores como Marsha Linehan y Robert Kohlenberg, son algunos de los autores más destacados de un nuevo enfoque psicológico, a menudo llamado la tercera ola de la psicología o tercera generación, que representa una aproximación radicalmente distinta a algunas de las concepciones de la psicología cognitiva. Este movimiento no se centra en cómo manipular el contenido de la mente y de los pensamientos -como pretende la psicología cognitiva-, sino en cambiar el contexto en el que los pensamientos aparecen. En otras palabras, considerar más beneficioso el cambiar el contexto de los pensamientos para cambiar su función y no luchar para cambiar los pensamientos. Si cambiamos el modo en el que entendemos los pensamientos y sentimientos, podemos hacer que estos no controlen al resto de nuestro ser. Desde Act (Terapia de Aceptación y Compromisos) se propone para alcanzar este fin, la meditación mindfulness en la que se observan los pensamientos sin que nos quedemos enredados en ellos. Imaginando los pensamientos como si nosotros estuviéramos sentados debajo de un árbol y estos fueran cayendo como lo hacen sus hojas. O meditando en los pensamientos como si estos fueran flotando en canoas que vamos viendo pasar.

Desde esta perspectiva terapéutica que constituye la tercera ola, se argumenta que intentar corregir los pensamientos negativos, puede resultar contraproducente, paradójicamente terminar por intensificarlos. Como suelen decir los Coaches de PNL (Programación Neuro-lingüistica), al decirle a alguien que no piense en un elefante rosa, inevitablemente se traduce en la aparición de un elefante rosa en la mente de la persona.

Por eso desde la ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso) se propone reconocer que los pensamientos negativos son algo que la vida conlleva, y que luchar contra ellos no tiende a ser lo óptimo, sino que hay que concentrarse en identificarlos, y con ellos o sin ellos, encaminar la vida hacia nuestros valores.

Es interesante que las nuevas aproximaciones psicológicas llegan en un momento en el que hay tanto descontento general con el modelo médico tradicional, ahora que se evidencian hechos como por ejemplo el mostrado en un estudio de 2002 que encontró que el 80% de la gente que utilizó los seis antidepresivos más populares de los años noventa obtuvieron el mismo resultado que los que tomaban azucarillos en forma de placebo.

También es curioso que las terapias de tercera generación, están empleando muchas de las técnicas empleadas desde otras aproximaciones psicológicas como la PNL, la Terapia gestalt y demás, como también aproximaciones espirituales, como por ejemplo, la meditación budista; desgranando lo que vale y lo que no desde un criterio empírico.

Adaptado de “Psychology Today: How Analyzing Your Problems May Be Counterproductive (February, 2010)”