¿Qué es la Aceptación desde la Terapia de aceptación y compromiso? ¿Cómo la aceptación nos puede ayudar a superar emociones y pensamientos negativos?

Lo tratamos en este vídeo empleando metáforas, ejemplos y ejercicios

¿Dispuesto a abrirte a todos los beneficios de la aceptación por el valor que tiene en tu camino?

Puede que en el 90% de las cosas de la vida, cuando tenemos un problema, lo mejor sea luchar contra él. Por ejemplo, si se nos pinchara la rueda del coche en mitad de un trayecto, probablemente lo mejor sería repararla o llamar al servicio técnico.

Seguramente, con la rueda pinchada no podríamos seguir recorriendo nuestro camino. Pero, ¿podría ser que en el caso de las emociones y los pensamientos fuera distinto? Es decir, ¿podría ser que si estuviéramos conduciendo por un tramo de la carretera en el que anteriormente se nos pinchó la rueda, nos apareciera el pensamiento «se me va a pinchar la rueda», y a pesar de este pensamiento, pudiéramos seguir recorriendo nuestro camino?

¿Puede ser que la regla «luchar para arreglar las cosas» sea útil para el 90% de las cosas, y que por eso seamos especialistas en emplearla para casi todo, pero que las emociones y los pensamientos formen parte de ese 10% restante en el que la regla no funciona?

Si no te has conseguido librar de las emociones y pensamientos negativos luchando contra ellos, ¿estarías dispuesto a probar la aceptación y compromiso en vez de hacer lo mismo que has estado haciendo hasta ahora y no ha funcionado?

Si toda aquella disposición y determinación  que has estado enfocando en la lucha, hubiera estado jugando en favor del efecto contrario al deseado, es decir, incrementando y cronificando el problema, ¿estarías dispuesto a enfocar aquella disposición y determinación en  una estrategia que la evidencia científica demuestra que sí funciona?

¿Qué hace que un pensamiento negativo se convierta en una obsesión?

El dolor psíquico es consecuencia de nuestra historia vital. Retomando el ejemplo anterior, pasar por el tramo en el que  habíamos pinchado la rueda, podría evocar en nuestra mente el contenido verbal o pensamiento «se me va a pinchar la rueda».

La gente que no padece obsesiones también experimenta pensamientos intrusivos como «se me va pinchar la rueda», lo mismo que la gente obsesiva.

¿Cuál es la diferencia? que la gente con problemas severos de pensamiento obsesivo dedican un mayor esfuerzo a tratar de “no pensar” en tales pensamientos.

Es como si de pronto nos encontráramos en arenas movedizas. Puede que la primera reacción fuera de lucha, y nos pusiéramos a hacer movimientos rápidos para intentar escapar. Pero al levantar un pie, para dar un paso, el otro pie se hundiera todavía más, al incrementar la presión por disponer todavía más peso en menos superficie. Entonces podríamos intentar levantar el pie que se está hundiendo presionando fuertemente con la otra pierna, con lo cual conseguiríamos hundir la pierna que todavía estaba libre, y hundir todavía más la que ya estaba hundida, por un efecto ventosa. ¿Podría ser que cuando esta lucha no funciona, lo mejor que pudiéramos hacer fuera estirarnos completamente sobre las arenas movedizas, y que el peso de nuestro cuerpo tendido quedara repartido en una mayor extensión, consiguiendo así no ser succionados y vencer la trampa?

La solución a pensamientos y emociones negativos es la apertura a ellos, algo parecido a ese abrazo a las arenas movedizas.

Aceptación, en el sentido que aquí le damos, no es una auto-derrota,  ni tampoco consiste en sufrir y aguantar el dolor, ni ninguna de esas lúgubres y oscuras formas de “aceptación”, sino que es todo lo contrario:

La aceptación de la que hablo es un abrazo comprometido y vital al momento presente; abrir espacio, tomar aquello que se nos ofrece, en vez de rechazarlo; es adoptar una postura gentil y cariñosa, hacia ti mismo y tu historia vital, de modo que te resulte más fácil ser consciente de tus propias vivencias. Sujetar tus emociones y pensamientos como si se tratara de sostener un objeto frágil en la manos mientras lo contemplas de cerca desapasionadamente; comprender que eres lo bastante amplio como para contener todas tus vivencias, de la misma forma que el cielo es capaz de contener cada nube y el océano cada ola.

Reconocer las emociones y los pensamientos de una forma integral, tomarlos tal y como son, sin intentarlos cambiar y hundirse así en las arenas movedizas.

El objetivo de la aceptación es abrirse a la vitalidad del momento y moverse con mayor eficacia hacia aquello que uno valora.

¿Dispuesto a interactuar con las emociones y los pensamientos negativos de la mejor manera posible para dirigirte hacia lo que te importa?

Si es así, cuando aparezcan puedes hacer lo siguiente:

1) Obsérvalos con curiosidad

2) Dales la bien venida como si de un invitado se tratara

3) Haz un espacio para las emociones y sentimientos negativos abarcándolos con compasión, sosteniéndolos con ligereza.

4) Permítete que ellos aparezcan o desaparezcan mientras sigues tu movimiento hacia adelante en aquello que valoras para ti.

Si tu mente se muestra de acuerdo con todo esto, o simplemente se resiste, dale las gracias por el pensamiento. Tu mente es bienvenida al viaje.